Por Marco Bustamante – Redacción: ALTOMISTERIO |
Un video captado por un piloto amateur mientras realizaba una toma aérea sobre el río Paraná, en la localidad correntina de Itatí, podría convertirse en una de las evidencias más intrigantes del fenómeno OVNI en los últimos tiempos. El material, obtenido de forma totalmente fortuita, muestra lo que parece ser un objeto lenticular, semitransparente, emergiendo desde el interior de una nube y desplazándose a altísima velocidad sobre el cielo limítrofe entre Argentina y Paraguay.
La filmación fue realizada con un dron por Claudio, un vecino de la localidad chaqueña de Barranqueras, quien había cruzado el puente para almorzar junto a su esposa en la costanera de Itatí. Mientras capturaba imágenes de la Basílica de Nuestra Señora de Itatí, decidió hacer una toma general del cielo y el río. Lo que jamás imaginó es que estaba registrando algo extraordinario. El video muestra un objeto con forma elíptica, semicircular y casi invisible, desplazándose a través del cielo a una velocidad que desafía toda lógica aeronáutica conocida. Lo más impactante es que parece surgir desde el interior de una nube ubicada, según análisis geográficos, sobre territorio paraguayo, en la región conocida como Itacorá, más precisamente en la zona de Fuerte Kue, Chaco paraguayo. Durante los primeros segundos del registro, el objeto permanece detenido, casi imperceptible. Sólo cuando inicia su desplazamiento —en línea recta, a gran velocidad y sin alterar la nube que atraviesa— puede advertirse su presencia. El análisis técnico: velocidad, forma y autenticidad Gracias a que Claudio proporcionó los archivos originales del video, fue posible realizar una verificación completa de la trazabilidad del material. El archivo no presenta signos de manipulación: los metadatos coinciden con el modelo de dron, los parámetros de grabación son consistentes, y no se detectaron alteraciones digitales, filtros ni capas superpuestas. Además, no se observan pixeles modificados ni bordes inconsistentes, y la trayectoria del objeto es compatible con la perspectiva de la toma aérea. Es decir, el objeto se comporta como si realmente estuviera allí, desplazándose a gran distancia del lente, respetando las proporciones espaciales del entorno. El análisis del desplazamiento revela que el objeto recorre, al menos, 2 kilómetros en aproximadamente 2,4 segundos, lo que arroja una velocidad estimada de más de 3.600 km/h. Esta cifra está muy por encima de cualquier dron, avión comercial o nave humana conocida operando a baja altitud. Otro dato inquietante es que el objeto no deja estela, no genera desplazamiento de nubes ni alteración atmosférica visible, y tampoco se escucha sonido alguno, lo cual refuerza la naturaleza anómala del fenómeno. Un camuflaje casi perfecto El objeto, de no ser por un pequeño detalle, habría pasado completamente desapercibido. Su camuflaje con el cielo y las nubes es notable. Sin embargo, la posición del sol y una leve condensación que lo rodea revelan su contorno. La luz solar incide desde un ángulo oblicuo, generando un tenue reflejo sobre uno de los bordes del objeto. Además, una sutil neblina parece formarse a su alrededor, posiblemente producto del desplazamiento del aire o de alguna propiedad física de su estructura. Esa combinación delata su presencia y permite seguir su trayecto con mayor claridad. Sin esos dos factores —el reflejo solar y la condensación—, el objeto habría sido prácticamente invisible, lo que abre una pregunta aún más inquietante: ¿cuántos objetos como este podrían estar cruzando nuestros cielos sin que nadie los note? El testigo: discreto, cooperativo y confiable Claudio nunca buscó promoción. Desde el primer momento en que se tomó contacto con él, pidió que no se compartiera su foto ni se revelaran detalles personales. No está interesado en la fama, ni en aparecer en medios, ni en convertirse en “el hombre del video”. Sin embargo, su colaboración fue total: entregó el archivo original, permitió el acceso a la configuración de su equipo, y facilitó todos los datos necesarios para confirmar que el material no fue editado ni alterado. Este comportamiento, reservado y honesto, refuerza la credibilidad del caso y da un valor excepcional a su testimonio.