FOTOGRAFÍAN EXTRATERRESTRE EN BAHÍA BLANCA

Por Marco Bustamante – Redacción: ALTOMISTERIO |

El sorprendente registro fue logrado por dos adolescentes mientras disfrutaban de una tarde al sol. El caso se suma a una larga lista de episodios vinculados al fenómeno OVNI en el sur argentino.

Los hijos del señor Santos Leiva se encontraban disfrutando de unos mates en “La Carrindanga”, una zona rural de Bahía Blanca conocida históricamente como “Camino Salvá”. Durante la tarde, decidieron tomarse una selfie para inmortalizar el momento. Dispararon dos fotos en ráfaga y continuaron con la jornada sin darle mayor importancia.

Horas más tarde, al revisar las imágenes en su casa, notaron un detalle inquietante: detrás de ellos aparecía una figura humanoide. En la primera toma levantaba los brazos hacia el cielo; en la segunda, los llevaba a los costados del cuerpo.

El análisis visual revela que la silueta presenta las características clásicas de los denominados “grises”: cuerpo delgado y frágil, estatura entre un metro y un metro y medio, piel lisa en tonos grisáceos o plateados y ausencia de rasgos como vello, orejas externas o nariz prominente.

El rostro, de cráneo desproporcionado, mostraba los típicos ojos almendrados y oscuros que ocupan gran parte de la cara. La boca y la nariz eran apenas perceptibles, reducidas a pequeños orificios.

Según múltiples testimonios recogidos en casos similares, estos seres se comunican de manera telepática y han sido vinculados a supuestas abducciones en las que los testigos aseguran ser sometidos a procedimientos médicos a bordo de naves desconocidas.

Bahía, un punto caliente del fenómeno

Bahía Blanca no es ajena a este tipo de episodios. El 5 de enero de 1975, Carlos Díaz, empleado del ferrocarril, terminó de trabajar como mozo en un casamiento en el Club Napostá. Tras la jornada, compró un diario en el centro y tomó un colectivo de la línea 500 rumbo a Ingeniero White.

A las 3:45 se encontraba a metros de su casa. Sin embargo, a las 4:17 fue hallado inconsciente en pleno barrio de Retiro, frente a la Casa de la Moneda, en la Ciudad de Buenos Aires. Conservaba todas sus pertenencias, incluido el boleto del colectivo. La distancia entre ambos puntos supera los 600 kilómetros, imposibles de cubrir en tan poco tiempo. El caso nunca fue explicado.

El caso Llanca

Otro antecedente aún más resonante ocurrió en octubre de 1973 y pasó a la historia como el “caso Llanca“.

Esa noche, Dionisio Llanca, camionero de 25 años, salió a trabajar con un Dodge 600 cargado rumbo a Río Gallegos. En la Ruta 3, a 20 kilómetros de Bahía Blanca, detuvo el vehículo para cambiar un neumático. Eran cerca de la 1:15 cuando observó una luz amarillenta que creyó provenía de un auto.

La luz se acercó y lo inmovilizó. Frente a él apareció un objeto con forma de plato suspendido en el aire, acompañado por tres figuras humanoides: dos varones y una mujer. Según declaró, uno de ellos le tomó la mano derecha y le practicó una incisión antes de perder la conciencia.

Despertó horas después en los corrales de la Sociedad Rural, a diez kilómetros del lugar. Desorientado y sin memoria, deambuló por comisarías hasta que fue ingresado al Hospital Español. El forense Ricardo Smirnoff dispuso su traslado al Hospital Municipal. Tres días más tarde, Llanca comenzó a recordar lo ocurrido.

Un patrón que se repite

La seguidilla de casos en Bahía Blanca, que abarca desde supuestas apariciones de seres extraños hasta denuncias de abducción y traslados inexplicables, refuerza la percepción de que la ciudad constituye un punto estratégico en el mapa del fenómeno OVNI argentino.

Hasta hoy, ninguno de los episodios pudo ser explicado con argumentos convencionales. Las imágenes captadas por los jóvenes en “La Carrindanga” reavivan un interrogante que lleva décadas abierto: los extraterrestres ¿ya están entre nosotros?