Por Marco Bustamante – Especial para Altomisterio
Capilla del Monte, Córdoba, vuelve a sorprender con una historia tan desconcertante como inquietante. Entre sus sierras, ya famosas por los relatos de ovnis y presencias extrañas, se esconde otro fenómeno que parece repetirse con el paso de los años: el avistamiento de duendes. En particular, de uno muy peculiar.
Eran las últimas horas de unas vacaciones familiares en el complejo de cabañas Lo de Tata, ubicado en Villa Las Gemelas. Mientras los padres cargaban el equipaje en el auto, el hijo menor jugaba a la pelota. El balón cruzó el alambrado y cayó sobre el boulevard Las Gemelas.
Fue allí, al correr tras la pelota, cuando el niño quedó paralizado. Entre los troncos de los pinos, caminando lentamente hacia el acceso del Paseo Agua de los Palos, apareció lo impensado: un pequeño ser de menos de un metro de altura, con barba blanca, arrugas profundas, nariz prominente y aspecto anciano.
Lo más llamativo no fueron sus facciones, sino su atuendo. El niño aseguró que aquel ser iba completamente vestido de rojo: ropa, calzado e incluso un gorro puntiagudo. En su mano sostenía un bastón de rama, del que se apoyaba para avanzar con dificultad.
El miedo pudo más que la curiosidad. El chico corrió a avisar a sus padres, pero cuando regresaron, la figura ya no estaba. La familia relató el hecho a los propietarios del complejo, quienes aseguraron que no era la primera vez que escuchaban historias similares en la zona.
Meses más tarde, el fenómeno volvió a sorprender. En una conversación casual con un remisero, surgió el tema de lo inexplicable en Capilla del Monte. El chofer reveló que su propio primo, residente en Piedra Azul, a escasos 250 metros del primer avistamiento, también había visto algo inusual.
Según su relato, una madrugada salió al patio trasero en busca de leña. En medio del silencio sintió que alguien lo observaba. Al levantar la vista, descubrió la figura de un duende bajito, viejo, con barba blanca y arrugas, que lo miraba fijamente sin emitir sonido alguno. Y, otra vez, la misma característica: aquel ser estaba completamente vestido de rojo, incluso su sombrero.
Ese mismo año, un turista que se hospedaba en el complejo Regreso a Casa, en el Barrio La Toma, también aseguró haber presenciado algo extraño. En plena noche, divisó una figura que parecía flotar en la oscuridad. Lo describió como un ser que solo se dejaba ver de la cintura para arriba, iluminado por una extraña luz proveniente de su propio ombligo.
Aunque el testigo no pudo precisar detalles, sí recordó que la silueta tenía un aspecto rojizo o vestía enteramente de ese color.
En Capilla del Monte, donde el Cerro Uritorco y el Paseo de los Marcianos concentran innumerables relatos de ovnis y seres extraños, los duendes parecen tener también un lugar en la tradición local. Vecinos de toda la vida aseguran que en Las Gemelas, cuando ellos eran niños, se acercaban con la esperanza de ver a estas pequeñas criaturas.
Hoy, más de 20 años después, el caso del Duende Rojo de Las Gemelas sigue siendo un misterio abierto. ¿Se trata de simples leyendas alimentadas por la mística del lugar? ¿Un fenómeno de percepción colectiva? ¿O realmente existe un ser extraño que se deja ver solo en circunstancias excepcionales?
La pregunta sigue sin respuesta. Lo único cierto es que, en Capilla del Monte, los testimonios se repiten. Y cada tanto, alguien asegura haber visto a aquel misterioso personaje vestido de rojo.